Capítulo 1
Gamonal

Habla el General: “Siento nostalgia de aquel momento, cuando aún podÃa hacer cualquier esfuerzo sin agotarme. ¡Ah, la juventud, ya para siempre perdida! Ascendà al cerro del Castillo con enorme brÃo. La vieja barbacana que volaron los franceses antes de su huida de la ciudad parecÃa un parque romántico: ruinas, yedra, árboles y un silencio como de cementerio. Me sentà como Hamlet hablándole a la calavera de su padre a la vez que pensaba que la salvaje voladura, en la que perecieron muchos soldados napoleónicos, no fue sino una maniobra para sepultar las riquezas que allà habÃan ocultado. Tras inspeccionar bien toda la zona, hallé lo que parecÃa el arranque de un pozo, profundÃsimo a la vista. HabÃa llegado a mi destino preparado: saqué del bolsillo de mi gabán un péndulo que habÃa adquirido años atrás a un gitano en un rastro de Sevilla, a orillas del Guadalquivir. Mi alegrÃa y mi regocijo fueron máximos cuando el artefacto comenzó a oscilar primero lenta y enseguida frenéticamente. Me lancé a gritar ¡Eureka! como si estuviese poseÃdo, abriendo los brazos, como un zahorà tocado por los dioses. Sentà no sólo que estaba en lo cierto, sino que lo habÃa encontrado, y me lancé galerÃas abajo, hacia las entrañas de la tierra, como un personaje de Julio Verne. ¡A por el tesoro!W